jueves, 20 de enero de 2011

"Ilusiones Musicales"

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Escuchaba canciones y soñaba
con un tiempo lejano que pasó
y en mi mente con fuerza se agitaba
todo aquello que un día me guió.
Veía yo mis años infantiles
derrochando alegría con pasión
y viviendo aventuras que pueriles
me llenaban de gozo el corazón.
Ilusiones lejanas que pasaron
dejando en mí interior bellos momentos
que al final sin querer se disiparon
como lluvia azotada por mil vientos.
Con ellas recordé… dulce experiencia,
mil cosas olvidadas que me hicieron
recordar y soñar con la inocencia
de aquellos bellos años que se fueron.
La vida no es mejor. Las ilusiones
que vivimos ayer, se marchitaron,
se quedaron guardadas cual canciones
que en viejos elepés se condensaron.
Y a veces recordarlas es hermoso
como es hermoso todo lo soñado
que yace en nuestro pecho como un pozo
esperando otra vez ser recordado.
Qué importa que los años implacables
nos resequen la piel si nuestra vida
se llena de recuerdos agradables
que el alma generosa nunca olvida.
Seguiré recordando las canciones
guardadas con los más bellos momentos
y seguiré forjándome ilusiones
que igual que ayer se llevarán los vientos.

lunes, 17 de enero de 2011

Riqueza del castellano, UN IDIOMA DE COJONES

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Un ejemplo de la riqueza del castellano es el número de acepciones de una simple palabra, como es, sin duda, la muy conocida y frecuentemente utilizada que hace referencia a los atributos masculinos: COJONES.
Si va acompañado de un numeral tiene significados distintos, según el número utilizado.
Así:
Uno, significa caro o costoso:
("valía un cojón").
Dos, significa valentía:
("tiene dos cojones").
Tres, significa desprecio:
("me importa tres cojones").
Muchos, indica complejidad:
("ese problema tiene muchos cojones").
Un número muy grande, y par, significa dificultad:
("lograrlo me costó mil pares de cojones").
En las frases hechas, el verbo cambia el significado.
Tener indica valentía:
("aquella persona tiene cojones"),
aunque en admiración puede indicar sorpresa:
("¡tiene cojones!").
Poner, expresa un reto, especialmente si se ponen en algunos lugares concretos:
("puso los cojones encima de la mesa").
Cortándolos son utilizados para apostar:
("me corto los cojones");
o incluso para amenazar:
("te corto los cojones").
Otra amenaza muy común es colgar a alguien precisamente por ellos:
("te voy a colgar por los cojones" o "de los cojones").
Además, el tiempo del verbo utilizado cambia radicalmente el significado de la frase.
Así, el presente indica molestia o hastío:
("me toca los cojones");
el reflexivo significa vagancia:
("se toca los cojones todo el día");
pero el imperativo vuelve a significar sorpresa:
("¡tócate los cojones!").
Los prefijos y sufijos modulan su significado.
a-{ expresa miedo ("estoy acojonado", "¡qué acojono!").
des-{ significa reírse:
("es para descojonarse", "¡qué descojono!").
-}udo o -}udamente, indica perfección:
("es un plan cojonudo", "lo ha hecho cojonudamente");
y -}azo, se refiere a la indolencia o abulia:
("eres un cojonazos").
Las preposiciones matizan la expresión.
"de", significa éxito o complacencia:
("el examen me salió de cojones";
"la cena estaba de cojones").
"a" cantidad:
("hacía un calor de cojones").
"por", expresa voluntariedad:
("lo haré por cojones").
"hasta", expresa el límite de paciencia o aguante:
("estoy hasta los cojones").
"con", indica valor:
("era un hombre con cojones");
y, consecuentemente, "sin", la cobardía:
("es un torero sin cojones").
Especialmente curioso es el hecho de que el color, la forma o la simple tersura aportan significados adicionales.
El color violeta expresa frío ("en Soria"):
(se me quedaron los cojones morados");
pero el desgaste significa experiencia:
("tenía los cojones pelados de repetirlo").
Naturalmente, también son importantes el tamaño y la posición:
("tenía dos cojones grandes y bien plantados [o puestos]").
Sin embargo, existen tamaños concretos que no pueden superarse:
("tiene los cojones como el caballo del Cid", "como el caballo de Santiago", o "como el toro de Osborne").
Y cuando se tienen de tan descomunal tamaño se traduce en torpeza o vagancia suprema:
("le cuelgan", "se los pisa", "se sienta sobre ellos"...
e incluso:
"necesita una carretilla para llevarlos").
Los atributos de algunos animales adquieren significados concretos,generalmente expresando éxito, complacencia o aceptación:
("el pastel está de cojón de mico";
"la paella te salió de cojón de pato").
La interjección "¡cojones!" significa sorpresa, y cuando uno se haya perplejo los solicita:
("¡manda cojones!").
Es precisamente en ellos donde reside la voluntad y es de ellos de donde surgen las órdenes:
("me sale de los cojones").
En resumen, será difícil encontrar una palabra en castellano o en otros idiomas con mayor número de acepciones